Adornando la doctrina de Dios

A la mayoría de las mujeres nos gusta la belleza y una características muy femenina es el adornar y adornarnos; y lo puedes ver en el tiempo que pasas arreglándote comparado con el tiempo en que se tarda tu hermano o tu papá, ¿verdad? y déjame aclarar que hay niveles de adorno, ya que no es lo mismo arreglarse para salir a diario, que arreglarse para ir a una fiesta o una ocasión especial: el peinado, el maquillaje, las uñas, los accesorios, etc. tú me entiendes; a los hombres les cuesta mucho comprender esto porque ellos son más prácticos, se bañan, se ponen loción ¡y ya están listos! bueno, al menos en la mayoría de los casos suele ser así. También nos gusta adornar los lugares donde vivimos o trabajamos: poner un cuadro, un florero, en fin, como mujeres no es suficiente que algo se vea bien, sino queremos que se vea mejor y por eso, ¡adornamos!

En Tito 2:10 RVA dice: “...para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.

Doctrina significa literalmente “enseñanza”. La doctrina de Dios es Su Palabra, Su enseñanza, que es perfecta, verdadera, llena de vida y poder! Y como discípulas de Jesús, somos llamadas a adornar la doctrina de Dios... pero, ¿cómo podríamos adornar algo que en sí ya es perfecto? En el texto original griego la palabra “adornen” (κοσµώσιν) significa “aparezca en toda su belleza”

¡Cuando VIVIMOS la doctrina de Dios mostramos al mundo nuestra fe en toda su belleza!

Que bello es ver una vida transformada, una mujer llena de paz y alegría que ha perdonado a quienes la han lastimado, que es verdaderamente libre y no tiene nada que aparentar, que es bondadosa, da una sonrisa, un abrazo cariñoso y busca siempre la manera de ayudar a los demás, ¡nada puede ser más hermoso que reflejar a Dios con nuestras vidas!

En Tito 2:3-5 DHH dice: “Igualmente, las ancianas deben portarse con reverencia, y no ser chismosas, ni emborracharse. Deben dar buen ejemplo y enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser juiciosas, puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sujetas a sus esposos, para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios.”

En estos versículos las mujeres encontramos mucha dirección específica de como poner en PRÁCTICA la doctrina de Dios y así poder llegar a ser mujeres piadosas.

Tal vez te preguntes: ¿qué tiene que ver conmigo ”amar al esposo y los hijos”? ¿”ser cuidadosa de mi hogar”? ¡si yo soy soltera! bueno, te animo que como soltera te enfoques más en los principios espirituales, que en las circunstancias. Profundizando en esta escritura puedes reflexionar en lo siguiente: ¿soy conocida como alguien respetuosa?, ¿soy amigable y accesible con los niños (as) que me rodean?, ¿en mi casa soy atenta, servicial y ordenada? Como mujeres la doctrina de Dios es para todas nosotras y va más allá de nuestro estado civil, va directo a nuestro corazón y tiene un impacto profundo en nuestro carácter y en nuestro estilo de vida. Así que como soltera no hagas a un lado ninguna enseñanza que Dios deja a las mujeres, más bien profundiza en como llevarlo a la práctica.

No sólo en Tito 2, sino en toda la Biblia tenemos una doctrina maravillosa que nos enseña a amar a los demás como Jesús nos ha amado, a perdonar a quién no se lo merece, a hablar la verdad con amor, a ser la ayuda ideal, puras, prudentes, sabias, respetuosas, bondadosas, valientes, pacificadoras, amables, íntegras, compasivas... en fin, este es el retrato de una mujer piadosa y la vida es un proceso para ser transformadas. Dice Tito 2:1 NTV “en cuanto a ti, fomenta la clase de vida que refleje la sana enseñanza” otras versiones dicen “la sana doctrina” me encanta la palabra “sana” sabes ¿por qué? porque la enseñanza de Dios cura las heridas del alma, sana nuestra mente y corazón, levanta a los decaídos, anima a los desanimados y llena de confianza y seguridad a los que han perdido la esperanza... la sana doctrina de Dios al ponerla en práctica trae bienestar y muchas bendiciones a nuestra vida; como dice en el Salmo 119:72 NVI “para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata” En este mundo que se resiste a creer en la Palabra de Dios, habrá personas que no quieran estudiar la Biblia, pero de todas formas tú podrás compartirles el mensaje con tu comportamiento fomentando la clase de vida que refleje la sana enseñanza, sin necesidad de palabras harás el evangelio de Dios visible en un mundo que está observando.

  1. Reflexiona en Tito 2:10 y toma un tiempo para orar y renovar tu compromiso con Dios.
  2. Escribe, ¿cómo mostrarás la belleza de la doctrina de Dios con tu manera de comportarte? (sé específica).

Así que te animo a que sigamos adelante por fe, ya que las decisiones que tomes hoy te convertirán en una mujer piadosa el día de mañana. ¡Mostremos al mundo que no hay mejor manera de vivir que la que Dios nos enseña en su maravillosa Palabra!